Con los recientes aguaceros, la institución educativa, entregada en abril de este año, está sin vías de acceso.

A pesar del clamor permanente de los padres de familia para habilitar un camino seguro para que sus hijas, más de 600 estudiantes ingresen al plantel, no ha sido posible habilitar la vía para que ingresen los vehículos particulares o el transporte escolar para garantizar el retorno a clases.

Las menores, en estos días de lluvias, tienen que caminar más de 300 metros en medio de un barrizal, para poder ingresar a sus clases. La institución pública, hace parte de las que están bajo la responsabilidad de la Secretaría de Educación para su operación y funcionamiento.

A pesar de las solicitudes, la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos, se ha quedado en promesas para atender esta necesidad fundamental de uno de los planteles más emblemáticos del casco urbano de Riohacha.