Cinco caimanes aguja nacieron este mes en el Centro de Rehabilitación de Fauna de Cerrejón, tras un nuevo proceso de reproducción en cautiverio. La incubación, que tomó alrededor de cuatro meses, se constituye en un nuevo hito dentro del esfuerzo que realiza la compañía para la conservación de especies amenazadas, cuya finalidad es lograr el repoblamiento en La Guajira.

“Estamos muy satisfechos con el nacimiento de estas cinco crías. Los caimanes aguja son fundamentales para mantener el equilibrio de los manglares del Parque Nacional Bahía Portete. Su aporte a la dispersión de materia orgánica nutre a los peces, que son la base de la alimentación y la economía de los habitantes de las comunidades vecinas. Además, los caimanes son los encargados de abrir canales de agua hacia el manglar y ejercen control de la salinidad del agua en estas costas”,afirma Lorena Álvarez, Gerente (e) de Gestión Ambiental de Cerrejón.

Los caimanes, propios de la Alta Guajira, permanecerán en el centro hasta alcanzar la talla y peso adecuados para su posterior liberación en el Parque Nacional Natural Bahía Portete, ubicado al lado de la operación de Puerto Bolívar. 

“Las crías se encuentran en buen estado, alertas y alimentándose muy bien con carne y pescado. Las tenemos en una pileta especial, donde son cuidadas hasta que puedan sobrevivir en libertad. El agua de esa pileta es sometida a un tratamiento especial para que se acostumbren a las condiciones de los manglares donde serán liberadas. La idea es que alcancen, al menos, un metro de longitud, tienen en promedio 24 centímetros de longitud y 46,3 gramos de peso”, afirmó Carolina Polo Maldonado, veterinaria de la Fundación Omacha.

Para poder llevar a cabo el proceso de reproducción, el cual es pionero en el departamento, Cerrejón ha realizado diferentes esfuerzos, como la adecuación de instalaciones para el sostenimiento de ejemplares adultos y el constante seguimiento realizado por biólogos expertos y veterinarios de la Fundación Omacha. En la actualidad, en las instalaciones hay dos adultos machos y siete hembras.

El trabajo de conservación también contempla la reproducción de otras especies, como la tortuga hicotea, de las que recientemente se liberaron más de 1.500 en las cercanías de Dibulla. Además, se trabaja en la reproducción en cautiverio de otras cuatro especies más de tortugas marinas, en colaboración con entidades como Corpoguajira y la Fundación Iguaraya.